domingo, 29 de mayo de 2011

El pueblo de Aysen se manifiesta por hidroeléctrica



Después de 2 horas de una emocionante reunión, con gran apoyo de la juventud y de ONG´s; Carabineros recurre a la fuerza para "restablecer el orden publico". La represión con agua y gases, infundiendo el miedo. Fuerza, el movimiento va creciendo. Santiago 13 de mayo 2011. 

Objetivo del proyecto






El objetivo del Proyecto Hidroeléctrico Hidroaysén es la construcción y operación del Complejo Hidroeléctrico Aysén, que se compone, en lo fundamental, de cinco centrales de generación hidroeléctrica con embalses. Dicha generación de energía se realizaría mediante el aprovechamiento de parte del potencial hidroeléctrico de los ríos Baker y Pascua y se utilizaría para el abastecimiento del Sistema Interconectado Central (SIC)

Ventajas & Desventajas






Ventajas
Chile cuenta con limitados recursos fósiles propios. Esto lleva a que la matriz energética del país tenga una extrema dependencia de insumos externos: hoy se importa el 72% de la energía que se consume en la forma de petróleo, gas y carbón. El costo de la electricidad en Chile ha aumentado en un 50% el último año y en un 100% en los últimos 3 años. En el trienio 2007-2009 habremos gastado en generación termoeléctrica en el SIC, unos US$ 5.800 millones adicionales en combustibles, por el gasto creciente en gas, carbón y combustibles líquidos.

Chile produce un 4% de los combustibles fósiles que consume en forma de petróleo, gas y carbón. Esto nos hace depender de la disponibilidad y de la alta variabilidad y volatilidad de los precios que estos insumos tienen en los mercados internacionales. En el 2007, la importación de combustibles fósiles significó un gasto adicional de 2.133 millones de dólares para el país, debido a la falta de gas natural, a la sequía y a los altos precios del petróleo. La hidroelectricidad es un recurso independiente y soberano que permite al país contar con un suministro permanente de energía limpia, a un costo adecuado y sin mayores variabilidades. Con HidroAysén la inestabilidad de las reservas de energía hidroeléctrica en el SIC disminuye de un 23% a un 9%, reduciendo considerablemente la exposición del sistema a escenarios de sequía.




















Desventajas
Este argumento sin embrago no toma en cuenta el  impacto ambiental ni el aniquilamiento de la naciente industria del turismo selectivo y de lujo y el eco-turismo. Tampoco menciona el uso de otras fuentes renovables en los países citados.

Una publicación de la Editorial Ocholibros que demuestra que técnicamente el proyecto de HidroAysén es innesario debido a la gran cantidad de proyectos de fuentes renovables no convencionales y convencionales que están en carpeta al año 2025. Sus autores son Stephen Hall (consultor independiente de Natural Resources Defense Council (NRDC) -Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales- y los investigadores de la Universidad de Chile Roberto Román, Felipe Cuevas y Pablo Sánchez.

Hidroeléctricas: más perjuicios que beneficios para Aysén




Este año va a ser decisivo para el futuro de los proyectos de mega centrales hidroeléctricas en la Región de Aysén. Sin perjuicio que la decisión recaerá en la Comisión de Evaluación Ambiental (ex COREMA) y, eventualmente en el Consejo de Ministros, como Senador por la Región me veo en la obligación de manifestar una vez más mis aprensiones respecto de una eventual aprobación pura y simple de dichos proyectos. Algunas de las razones son las siguientes:


1.-Externalidades negativas que afectan las estrategias de desarrollo de Aysén, especialmente en el ámbito turístico.
El turismo de intereses especiales, el ecoturismo y el turismo aventura tienen un tremendo potencial de desarrollo en una región que por su naturaleza única puede generar ingresos económicos importantes similares a países como Nueva Zelanda, en la medida que las actividades económicas se desarrollen en armonía con la belleza escénica de esta maravillosa parte de nuestra Patagonia
2.-Falta de compensaciones suficientes para hacerse cargo de los perjuicios ocasionados.

Tal como lo señaló la multigremial “para que los proyectos hidroeléctricos sean compatibles con el desarrollo regional deben otorgarse ciertas garantías para mitigar los daños ocasionados”.

Hidroaysen: Una verdad incómoda

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Ha generado una discusión del tipo religioso, en donde las pasiones y la fe se hacen pasar por razones. Participo de esa reyerta y reconozco que la complejidad me supera. Me supera porque no soy capaz de definir con objetiva claridad las ventajas y desventajas del “Sí a” y del “No a”, y menos logro sopesar esas intangibles consecuencias. Pero el tema energético es en el cual me desenvuelvo y puedo aportar entregando información más técnica que filosófica.
Mi objetivo aquí es discutir tres puntos.

  • 1: Que en la decisión de apoyar o no Hidroaysén no hay buenos ni malos, hay simplemente una decisión difícil en donde cuesta distinguir el “cielo del infierno”. No agredamos a quien piensa distinto, conversemos y tratemos de basar nuestras opiniones en las fuentes más académicas y formales posibles (descarto periodistas, políticos, Saras Larraines y Danieles Fernández, con todo el respeto que estos merecen no me parecen fuentes imparciales).


  • 2: En un tema tan importante se requiere mayor responsabilidad a la hora de opinar y no es saludable proponer alternativas que no son factibles.  Hay que intentar reconocer y diferenciar las alternativas que son posibles para el mediano plazo (<15 años) de las que son posibles para el largo plazo (> 15 años). Por ejemplo: Aunque tuviéramos mucho capital e incentivos, el mercado no sería capaz de instalar 15.000 MW de energía eólica en 10 años, simplemente no hay tiempo (lo mismo con solar, geotérmica, minihidro, eficiencia energética y la suma de las cinco). El tiempo sería una menor restricción si se planifica para el largo plazo.


  • 3: Que lo fundamental y donde es más necesario concentrar nuestras fuerzas es en lograr hoy un acuerdo y una estrategia energética de largo plazo. Los daños o beneficios de Hidroaysén son marginales a las consecuencias de largo plazo de no tener hoy una estrategia energética clara y acordada.